La modernización de aplicaciones consiste en el proceso de actualizar y mejorar aplicaciones de software existentes, para adaptarlas a las tecnologías, arquitecturas, lenguajes y framework más actuales.

El objetivo es conseguir un enfoque de software actualizado. 

Este proceso es crucial para mantener la relevancia y eficiencia de las aplicaciones en un entorno tecnológico en constante cambio, como el actual. Y para permitir integraciones con nuevas herramientas, tecnologías y soluciones. 

En el desarrollo de este artículo analizamos por qué se trata de un proceso necesario para la rápida evolución de la tecnología, los cambios en las necesidades del negocio y las expectativas de los usuarios. 

También compartimos indicadores de la actualidad del mercado de modernización de aplicaciones y sus principales enfoques, desafíos y riesgos. 

Además, identificamos los aspectos a considerar y las técnicas más utilizadas, y consideramos la relación entre estos procesos, la metodología DevOps y la migración a microservicios.

¿Cuáles son las razones que impulsan a modernizar aplicaciones?

Entre los factores que impulsan el crecimiento de la modernización de aplicaciones, un reporte de Global Market Insights identifica el aumento de la necesidad de ahorrar costos y la demanda de reducción de la complejidad del código. 

También hace foco en la necesidad de adquirir mayor velocidad para adaptarse al mercado y la velocidad que se está experimentando en el desarrollo de la tecnología. Además, destaca la injerencia determinante que tiene en el cumplimiento normativo de la legislación vigente.

Desde Markets and Markets, por su parte, se enfocan en la flexibilidad y escalabilidad que proporciona la computación en la nube. Además de la necesidad continua de reducir el riesgo, mejorar la eficiencia empresarial y proporcionar transparencia en las organizaciones.

En el estudio State of Application Modernization Report 2024 de Konveyor, se señala que los principales impulsores de la modernización de las aplicaciones son la seguridad, la confiabilidad y la escalabilidad. 

De acuerdo a esta investigación, más del 70% de los tomadores de decisiones del área IT evalúan el éxito de estos proyectos basándose en los resultados en esas 3 áreas. El 98% de ellos ya experimentó beneficios en al menos un área crítica: seguridad (58%), confiabilidad (52%) y escalabilidad (53%). 

Otras razones por las que las organizaciones deciden modernizar sus aplicaciones incluyen:

• la mejora del rendimiento, 
• una mayor agilidad, 
• potenciar la experiencia del usuario, 
• optimizar las capacidades avanzadas para la recolección, almacenamiento y análisis de datos.

¿Cuál es la actualidad mercado de modernización de aplicaciones?

La investigación de Global Market Insights que mencionamos antes, reveló que el mercado de modernización de aplicaciones alcanzaría los 65.000 millones de dólares en 2032. 

Esta proyección contempla una tasa anual compuesta de +10% para el período 2023–2032.

En paralelo, el estudio de MarketsandMarkets pronostica que el mercado de modernización de aplicaciones alcanzará los 32.800 millones de dólares en 2027, con una tasa anual compuesta del +16,7%.

En ambos casos, y más allá de las diferencias en las previsiones vinculadas al porcentual evolutivo, la coincidencia está puesta en un mercado que se encuentra en plena expansión.

Por su parte, en el informe How to Choose the Right Approach for Application Modernization and Cloud Migration, Gartner revela que en su encuesta ‘CIO and Technology Executive Survey’ de 2023, el 46% de las organizaciones manifestaron que aumentarán su gasto en modernización de aplicaciones, expresando que se trata de una las cuatro áreas tecnológicas con mayor gasto.

No obstante, desde la consultora advierten que sin una comprensión clara de la causa raíz del problema y el efecto de los diferentes enfoques de modernización, los líderes de ingeniería de software pueden seleccionar un enfoque ineficaz que desperdicie tiempo y esfuerzo, afectando negativamente los resultados comerciales.

Entre los principales obstáculos, Global Market Insights destaca la ausencia de talento con las habilidades y conocimientos adecuados.

Principales enfoques para la modernización de aplicaciones

El reporte de Konveyor advierte que no existe un enfoque dominante. En este sentido, sostienen que las estrategias de modernización son diversas y dependen de las aplicaciones que se modernizan y la sofisticación de la organización, entre otros factores.

De igual modo, considera que la modernización de aplicaciones no es un proyecto único, sino que existe un camino incremental claro hacia aplicaciones rediseñadas.

Entre la variedad de enfoques que pueden tenerse en cuenta en el marco de proyecto de modernización de aplicaciones se encuentran los siguientes:

• Rehosting (Lift and Shift): Implica mover aplicaciones a una infraestructura más moderna, sin cambiar su código o funcionamiento actual. Así, se busca mejorar la escalabilidad y la disponibilidad, e incluso disminuir los costos de mantenimiento.
• Refactoring: Plantea la reestructuración del código de la aplicación para mejorar su diseño, sin cambiar su funcionalidad. Puede incluir la optimización del rendimiento, la mejora de la legibilidad del código, la eliminación de redundancias y el código autodocumentado.
• Re Architecting: Comprende la posibilidad de un cambio significativo de la arquitectura y el código de la aplicación, para aprovechar nuevas tecnologías y patrones arquitectónicos. Por ejemplo, los microservicios o arquitecturas serverless. 
• Rebuilding: Apunta a reescribir la aplicación desde cero utilizando tecnologías y enfoques modernos. Aunque es un enfoque más radical, puede ser necesario cuando la aplicación existente no se puede adaptar fácilmente a los requisitos modernos.
• Replacing: Busca sustituir la aplicación existente por una nueva, a menudo una solución comercial o una aplicación SaaS (Software as a Service), que proporciona la funcionalidad necesaria.

7 implicaciones de la modernización de aplicaciones

Entre las implicancias que conlleva la modernización de aplicaciones podemos mencionar las siguientes:

• Mejora de la eficiencia y rendimiento: Las aplicaciones modernizadas suelen ser más rápidas, eficientes y escalables, lo que mejora la experiencia del usuario y reduce los costos operativos.
• Seguridad mejorada: Las tecnologías y prácticas modernas de desarrollo de software incluyen mejores medidas de seguridad. Esto ayuda a proteger las aplicaciones contra vulnerabilidades y ataques.
• Agilidad y flexibilidad: La modernización permite a las empresas adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado y a las nuevas oportunidades, lo que trae aparejado la mejora de la capacidad de respuesta e innovación.
• Reducción de costos: Al migrar a infraestructuras más eficientes, como la nube y eliminar la necesidad de mantener hardware y software obsoletos, las empresas pueden reducir sus costos operativos.
• Mejora de mantenimiento: El código modernizado suele ser más fácil de mantener y actualizar, lo que reduce el tiempo y el esfuerzo necesario para implementar nuevas características y corregir errores.
• Compatibilidad e integración: Las aplicaciones modernizadas son más compatibles con otras herramientas y tecnologías modernas, lo que facilita la integración con otros sistemas y servicios.
• Experiencia del usuario mejorada: Pueden ofrecer interfaces de usuario más modernas y funcionales, y mejorar la satisfacción y el compromiso del usuario.

¿Cuáles son los desafíos de la modernización de aplicaciones?

La modernización de aplicaciones constituye un esfuerzo estratégico y técnico esencial para mantener la competitividad y eficiencia de las organizaciones en el ecosistema tecnológico actual.

Algunos de los retos más significativos que tienen por delante son: 

• Costo y recursos: La modernización puede ser costosa y requerir una inversión significativa en tiempo y recursos.
• Complejidad técnica: El proceso puede ser técnicamente complejo, especialmente para aplicaciones grandes o antiguas con código legado difícil de modificar.
• Riesgo de interrupciones: Cambiar aplicaciones críticas puede conllevar riesgos de interrupciones en el servicio y pérdida de datos si no se maneja correctamente.
• Capacitación y adaptación: Los equipos de desarrollo y operaciones pueden necesitar capacitación para adaptarse a nuevas tecnologías y enfoques.

¿Qué riesgos genera no modernizar las aplicaciones heredadas?

No modernizar aplicaciones heredadas implica diversos riesgos, principalmente en términos de seguridad y costos. 

Las aplicaciones antiguas suelen tener vulnerabilidades que pueden ser explotadas por ciberdelincuentes, lo que expone a las empresas a ataques que resulten en pérdidas financieras, robo de datos y daño a la reputación. 

Además, estas aplicaciones podrían no estar cumpliendo con las regulaciones de seguridad exigidas por la normativa actual, y en consecuencia ser susceptibles de recibir multas y sanciones legales. 

Los costos de mantenimiento de aplicaciones heredadas también tienden a ser elevados, debido a la dificultad de encontrar personal capacitado en determinadas tecnologías, y a la necesidad de realizar actualizaciones frecuentes para mantenerlas operativas.

Otro riesgo importante es la pérdida de competitividad y agilidad empresarial. Las aplicaciones heredadas pueden no ser compatibles con nuevas tecnologías y plataformas, lo que limita la capacidad de la empresa para innovar y responder rápidamente a cambios en el mercado. 

Esto puede resultar en una menor eficiencia operativa y en una experiencia de usuario inferior, con un impacto negativo en la satisfacción del cliente y la productividad de los empleados. 

Además, la falta de capacidades modernas de análisis de datos impide la toma de decisiones informadas y obstaculiza el crecimiento y la adaptación estratégica. 

No modernizar las aplicaciones heredadas puede dejar a las empresas vulnerables, ineficientes y rezagadas frente a la competencia.

¿Qué aspectos habría que considerar al modernizar aplicaciones?

Al modernizar aplicaciones, es crucial considerar varios aspectos para asegurar una transición exitosa y maximizar los beneficios. 

1. Evaluación y planificación. En esta fase es central realizar un inventario detallado de todas las aplicaciones heredadas, para evaluar su estado actual, funcionalidad y relevancia para el negocio. 

De igual modo, hay que definir claramente los objetivos de modernización, los cuales deben estar alineados con las metas estratégicas de la empresa. 

Además, es preciso evaluar los costos involucrados en el proceso y los beneficios esperados en rendimiento, eficiencia y seguridad.

2. Selección de tecnología y proveedores. Una de las instancias claves en la modernización de aplicaciones reside en investigar y elegir las tecnologías y los proveedores más adecuados, que cumplan con los requisitos de la empresa y sean compatibles con los sistemas y procesos existentes. 

3. Arquitectura y diseño. Considerar la transición hacia una arquitectura de microservicios, que pueda mejorar la escalabilidad, flexibilidad y el mantenimiento de las aplicaciones, es una decisión significativa. 

También es importante enfocarse en un diseño centrado en el usuario para mejorar la experiencia del usuario final.

4. Seguridad. Garantizar que las aplicaciones modernizadas cumplan con las normativas y estándares de seguridad relevantes, es determinante. 

Al igual que implementar las mejores prácticas de seguridad, que permitan proteger los datos sensibles durante y después de la modernización.

5. Migración de datos. Implica planificar la migración de datos para asegurar que sean transferidos de manera segura y precisa, sin pérdida o corrupción. 

Además, comprende mantener la sincronización entre los sistemas antiguos y nuevos durante la transición para evitar interrupciones en el negocio.

6. Desarrollo y pruebas. Utilizar metodologías ágiles para gestionar el proyecto de modernización, que faciliten la adaptación y respuesta rápida a los cambios y desafíos, es un aspecto esencial en la modernización de aplicaciones. 

También lo es realizar pruebas exhaustivas para garantizar que las nuevas aplicaciones funcionen correctamente y cumplan con los requisitos establecidos.

7. Gestión del cambio. La transformación cultural de los equipos es fundamental para el éxito de un proyecto de estas características porque:

• Proporciona la capacitación necesaria a los colaboradores para que se familiaricen con las nuevas aplicaciones y tecnologías.
• Mantiene una comunicación clara y constante con todas las partes interesadas, para gestionar expectativas y resolver inquietudes.

8. Mantenimiento. La clave pasa por establecer un plan de soporte continuo para las aplicaciones modernizadas, para que cualquier problema que surja pueda ser resuelto rápidamente. 

En paralelo, hay que planificar actualizaciones y mejoras regulares para mantener las aplicaciones al día con las últimas tecnologías y mejores prácticas.

9. Monitoreo. Incorporar herramientas para evaluar el rendimiento de las aplicaciones modernizadas y detectar cualquier problema de manera preventiva y proactiva, marca un diferencial. 

Además hay que pedirle retroalimentación a los usuarios, para identificar áreas de mejora y eventualmente realizar ajustes.

Técnicas para implementar en procesos de modernización de aplicaciones

La modernización de aplicaciones es un proceso complejo que puede beneficiarse de diversas técnicas, relacionadas con los enfoques analizados previamente. 

Entre las más recomendadas se destacan:

Refactorización: tiene como objetivo mejorar el código existente sin cambiar su funcionalidad externa, logrando como resultado una mejora en la legibilidad, mantenimiento y rendimiento del código.

Replataformización: propone migrar la aplicación a una nueva plataforma sin realizar cambios significativos en el código. Aprovechando las nuevas tecnologías y plataformas, apunta a mejorar la escalabilidad y eficiencia.

Reingeniería: comprende la revisión y rediseño de la aplicación con el objetivo de mejorar su arquitectura y funcionalidades. Los beneficios que pueda aportar son la optimización de la estructura de la aplicación y su capacidad para adaptarse a futuras necesidades.

Encapsulamiento: expone la funcionalidad de las aplicaciones heredadas a través de APIs o servicios, facilitando la integración con nuevas aplicaciones y tecnologías, sin modificar el sistema original.

Descomposición en microservicios: el objetivo es dividir una aplicación monolítica en servicios más pequeños e independientes, mejorando la escalabilidad, la flexibilidad y la capacidad de mantenimiento.

Automatización de pruebas: incluye la implementación de pruebas automatizadas para asegurar que la aplicación modernizada funcione correctamente. Así, se aumenta la eficiencia del proceso de pruebas y reduce el riesgo de errores.

Contenerización: apunta a usar contenedores (como Docker) para empaquetar aplicaciones y sus dependencias, asegurando la consistencia en diferentes entornos y facilitando el despliegue y escalado.

Adopción de DevOps: consiste en integrar prácticas de desarrollo y operaciones para mejorar la colaboración y la eficiencia. Las ventajas que propone son acelerar el ciclo de desarrollo, mejorar la calidad del software y la reducción del tiempo de entrega.

Plataformas de bajo código/no código: permiten crear aplicaciones con poco o ningún código, acelerando el desarrollo y permitiendo a los usuarios no técnicos participar en su desarrollo.

Arquitectura orientada a eventos: diseñar aplicaciones que respondan a eventos en lugar de seguir un flujo de control predefinido, para mejorar la capacidad de respuesta y la escalabilidad.

Inteligencia artificial y machine learning: integrando capacidades de IA y ML para mejorar la funcionalidad, la predictibilidad y la toma de decisiones automatizadas.

Automatización de la configuración y el despliegue de la infraestructura: para mejorar la eficiencia, reducir errores y facilitar la gestión de entornos complejos.

Relación entre modernización de aplicaciones y metodología DevOps

La modernización de aplicaciones y la metodología DevOps están estrechamente relacionadas, ya que ambas buscan mejorar la eficiencia, calidad y agilidad del desarrollo y mantenimiento de software. 

La modernización de aplicaciones implica actualizar y transformar aplicaciones heredadas para aprovechar tecnologías y prácticas modernas, como microservicios, contenedores y arquitecturas en la nube. 

DevOps, por su parte, es una metodología que integra los equipos de desarrollo  y operaciones para mejorar la colaboración y comunicación, con el objetivo de acortar el ciclo de vida del desarrollo de software y aumentar su calidad. 

Esto se logra mediante la automatización de procesos clave como la integración continua (CI), la entrega continua (CD) y la infraestructura como código (IaC). 

También enfatiza el monitoreo y feedback continuo, permitiendo una rápida respuesta a problemas y la mejora constante del software. 

En conjunto, estas prácticas permiten entregar actualizaciones y nuevas características de manera más rápida y eficiente, con un producto final más robusto y confiable.

Al combinar la modernización de aplicaciones con DevOps, las organizaciones pueden no solo actualizar sus sistemas para ser más flexibles y escalables, sino también implementar procesos de desarrollo más ágiles y eficientes, logrando ciclos de entrega más rápidos y de mayor calidad.

Modernización de aplicaciones, migrando a micro servicios

Los microservicios son una arquitectura de software que descompone una aplicación grande y monolítica en componentes más pequeños, independientes y específicos. 

Cada uno es responsable de una funcionalidad particular que se ejecuta de forma autónoma, comunicándose con otros microservicios a través de interfaces bien definidas, como API RESTful. 

Esta arquitectura permite desarrollar, desplegar y escalar cada microservicio de manera independiente, lo que mejora la flexibilidad, la escalabilidad y la capacidad de responder rápidamente a cambios y demandas del mercado. 

Además, facilita el uso de diferentes tecnologías y lenguajes de programación según las necesidades específicas de cada servicio.

La modernización a menudo implica la migración a una arquitectura de microservicios y el uso de contenedores. 

DevOps facilita esta transición mediante la automatización del despliegue de contenedores y la orquestación de servicios, asegurando que los microservicios se desplieguen, escalen y gestionen eficazmente.

Migrar a una arquitectura de microservicios durante la modernización de aplicaciones no solo mejora la eficiencia técnica y operativa, sino que también permite a las empresas ser más ágiles, innovadoras y resilientes. 

Esta migración facilita la integración de nuevas tecnologías y prácticas, optimiza el uso de recursos y asegura una mejor alineación con las demandas del negocio y del mercado.

Conclusión

La modernización de aplicaciones es crucial en un contexto de aceleración de los procesos de transformación digital, ya que permite a las organizaciones actualizar sus sistemas heredados para aprovechar las tecnologías y prácticas modernas. 

Este proceso no solo mejora la eficiencia, escalabilidad y seguridad de las aplicaciones, sino que también facilita una respuesta más ágil a las cambiantes demandas del mercado y a las expectativas de los clientes. 

Al modernizar sus aplicaciones, las empresas pueden integrar nuevas funcionalidades más rápidamente, reducir costos operativos y mantenerse competitivas en un entorno digital en constante evolución, asegurando que sus sistemas sean flexibles y preparados para el futuro.Conoce cómo ayudamos a las organizaciones a conseguir la agilidad que necesitan para acelerar el desarrollo de nuevos productos y modernizar sus aplicaciones en uso.