Poner foco en la reducción de la huella de carbono es crucial para mitigar el cambio climático, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero son la principal causa del calentamiento global. 

Disminuir la huella de carbono es vital para ayudar a disminuir los efectos adversos sobre el medio ambiente, como el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los glaciares, y los eventos climáticos extremos. 

Como parte del proceso, elegir proveedores tecnológicos comprometidos con prácticas sostenibles es una excelente idea para contribuir a restringir el impacto ambiental directo.

En este artículo analizamos en qué consiste y cómo se genera la huella de carbono, de qué manera se calcula y mide, y su impacto en el medio ambiente. 

Especialmente, abordaremos los efectos de la huella de carbono digital, cómo la puede mitigar la industria IT y cuáles son los principales desafíos de las empresas para lograrlo.

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es una medida de la cantidad total de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por una actividad, producto, organización o individuo, durante un período de tiempo determinado.

La huella se expresa generalmente en toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e), que es una unidad que combina las emisiones de diferentes gases de efecto invernadero en términos de su equivalencia en impacto climático al dióxido de carbono.

En el ámbito tecnológico, la huella de carbono digital se refiere a las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el uso de dispositivos electrónicos y servicios digitales. 

Incluye la energía consumida en la fabricación y el uso de computadoras, teléfonos móviles, y otros dispositivos. 

También la operación de centros de datos y la transmisión de datos a través de redes de telecomunicaciones. 

Cada vez que se realizan actividades vinculadas a la gestión de datos, búsquedas en internet o el simple envío de correos electrónicos, se impacta en la huella  de carbono digital, en función de la energía requerida por los servidores y la infraestructura de red.

Para reducir la huella de carbono digital, es importante:

• optimizar el uso de los dispositivos, 
• prolongar la vida útil de los equipos, 
• elegir servicios que utilicen fuentes de energía renovable y 
• ajustar las configuraciones de energía para un consumo más eficiente.

Actualidad: ¿qué impacto tiene la huella de carbono digital?

Para entender la importancia de la huella de carbono digital y por qué debemos comenzar a buscar medidas que la frenen y la reduzcan, es fundamental conocer algunos datos.

Desde la Cámara de Valencia informan que las emisiones de la huella de carbono digital ya suponen entre un 1,8 y un 2,8% de las emisiones totales, y que en 10 años podría igualar a la que genera el transporte.

Al respecto, señalan que la huella de carbono digital es consecuencia principalmente de la actividad que desarrollan los centros de datos. 

Y que el consumo de electricidad global generado por el uso de internet es semejante al consumo de electricidad de un solo país.

En tanto, un artículo de United Press International Inc. referenciado por Computer Weekly advirtió que la computación global es responsable de entre el 2,1 % y el 3,9 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. 

Para ponerlo en perspectiva, apuntan que la industria de la aviación genera el 2% de dichas emisiones.

Según la Red Argentina del Pacto Global, en Argentina, 41% de las empresas afirma realizar acciones que permitan medir y dimensionar el impacto de su actividad en el medio ambiente.

¿Cómo se genera la huella de carbono? 

La huella de carbono se genera principalmente a través de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), a partir de diversas actividades humanas y procesos industriales. 

Entre los principales factores que intervienen en la generación de la huella de carbono, que pueden variar según el contexto y la actividad específica, se encuentran el consumo de energía generada por combustibles fósiles, la quema de carburantes por parte del transporte, y los procesos industriales.

La agricultura también es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, debido a la producción de metano por parte de animales como las vacas y el óxido nitroso utilizado en la fertilización del suelo. 

Algo similar sucede con la deforestación y la conversión de bosques y otros ecosistemas en tierras agrícolas, urbanas o industriales.

Además, una gestión inadecuada de residuos contribuye a elevar las emisiones de metano y CO2.

Por su parte, la generación de la huella de carbono digital está influenciada principalmente por la fabricación y uso de dispositivos electrónicos, la operación de centros de datos y la transmisión de los mismos. 

En particular, los centros de datos, que almacenan y procesan grandes volúmenes de información, demandan enormes cantidades de electricidad para funcionar y mantenerse refrigerados. 

Además, la transmisión de datos a través de redes de telecomunicaciones y Wi-Fi contribuye al consumo energético global, ampliando la huella de carbono digital.

Todos estos factores interactúan de manera compleja y pueden variar según la región, la industria y el estilo de vida de las personas. 

¿Cómo afecta la huella de carbono digital al medio ambiente? 

Como mencionamos antes, la huella de carbono digital expresa las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas con el uso de tecnologías digitales. 

Estas emisiones se generan principalmente durante la producción, operación y disposición de equipos y servicios digitales, así como durante la generación de energía necesaria para alimentarlos.

El impacto de la huella de carbono digital en el medio ambiente, puede observarse en las siguientes variables:

• La operación de dispositivos electrónicos y la infraestructura de tecnología digital requieren grandes cantidades de energía, la cual suele ser generada a partir de combustibles fósiles, contribuyendo a las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio climático.
• La fabricación de dispositivos electrónicos y componentes, como chips y pantallas, implica procesos industriales intensivos en energía y materiales, con emisiones asociadas a la extracción de materias primas, la fabricación de productos y el transporte.
• La eliminación inadecuada de equipos electrónicos obsoletos o en desuso puede liberar sustancias tóxicas y contaminantes en el medio ambiente, y provocar la pérdida de recursos valiosos.
• El continuo crecimiento de la infraestructura digital, incluyendo centros de datos y redes de comunicación, requiere una expansión significativa de la capacidad de almacenamiento y procesamiento, aumentando el consumo de energía y las emisiones de GEI.

¿Por qué es importante reducir la huella de carbono digital?

Disminuir la huella de carbono digital es necesario para mitigar el cambio climático, conservar recursos naturales finitos y reducir la presión sobre ecosistemas sensibles. 

También, para proteger la salud humana y prevenir enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental.

Para ello es importante fomentar la adopción de prácticas e incorporación de tecnologías sostenibles en el ámbito digital, para alcanzar un modelo de desarrollo más equitativo y respetuoso con el medio ambiente. 

Entre otras acciones:

• Adoptar un enfoque consciente y sostenible hacia la tecnología.
• Optimizar el uso de dispositivos electrónicos para prolongar su vida útil.
• Elegir equipos más eficientes energéticamente. 
• Optar por proveedores que utilicen energía renovable para operar sus centros de datos y minimicen el consumo de energía.

¿Cómo se calcula y se mide la huella de carbono?

El cálculo de la huella de carbono puede variar en complejidad dependiendo del alcance y la precisión deseada, pero generalmente involucra los siguientes pasos:

1. Determinar las actividades o procesos que generan emisiones de gases de efecto invernadero. 

2. Recopilar información sobre el consumo de recursos y la energía utilizada en las actividades identificadas.

3. Utilizar factores de emisión estándar o específicos de la región para convertir los datos de consumo en emisiones de gases de efecto invernadero. De esta manera, se obtiene una estimación de la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por unidad de consumo de un recurso específico.

4. Convertir las emisiones de otros gases de efecto invernadero (como el metano y el óxido nitroso) a su equivalente en dióxido de carbono utilizando factores de conversión adecuados. 

5. Analizar los resultados del cálculo de la huella de carbono y generar un informe que detalle las principales fuentes de emisiones y las oportunidades de reducción. 

En cuanto a los métodos de cálculo de la huella de carbono, algunos de los más comunes son los siguientes: 

• Protocolo de gases de efecto invernadero (GHG Protocol): estándar internacional ampliamente utilizado que proporciona pautas detalladas para medir y reportar las emisiones de gases de efecto invernadero de organizaciones, productos y proyectos.
• Análisis de ciclo de vida (ACV): enfoque más completo, que analiza las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el ciclo de vida de un producto, desde la extracción de materias primas hasta su desecho.
• Estándares sectoriales: algunas industrias y sectores específicos pueden tener métodos de cálculo de huella de carbono adaptados a sus necesidades y características particulares.

¿Cómo puede la industria IT reducir la huella de carbono global?

La industria tecnológica  puede desempeñar un papel significativo en la reducción de la huella de carbono global mediante la implementación de prácticas y tecnologías sostenibles en sus operaciones y productos. 

En relación a los data centers, hay que mejorar la eficiencia energética a través de la consolidación de servidores, el uso de hardware eficiente, la optimización de la refrigeración y el uso de energías renovables.

Desde la perspectiva del software, desarrollar y utilizar sistemas más eficientes y optimizados. A nivel hardware, desarrollar productos sostenibles y con mayor ciclo de vida, desde el diseño y fabricación, hasta su desecho.

En cuanto a la gestión de la cadena de suministro, promover prácticas sostenibles como la selección de proveedores responsables, y la reducción de emisiones en la producción y distribución de componentes y equipos.

Principales desafíos de las empresas para disminuir la huella de carbono

Las empresas enfrentan varios retos en relación con la disminución de la huella de carbono y la mitigación del cambio climático. 

Entre ellos se encuentran:

• Cambiar sus modelos de negocio hacia opciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Para conseguirlo, hay que revisar los procesos de producción, implementar tecnologías más limpias y eficientes, e incorporar prácticas comerciales responsables.
• Cumplir con las normativas y regulaciones ambientales cada vez más estrictas impuestas por los gobiernos y las autoridades reguladoras. Esto se logra utilizando estándares de eficiencia energética, reduciendo emisiones contaminantes y elaborando informes de sustentabilidad.
• Colaborar con proveedores para reducir las emisiones en toda la cadena de valor, mediante ajustes en los procesos de producción, transporte y logística.
• Educar y comprometer a los colaboradores en la reducción de la huella de carbono. 

IT Patagonia: compromiso con la reducción de la huella de carbono 

Una de las razones que nos impulsó a atravesar el proceso de certificación como Empresa B es la posibilidad de formar parte de un movimiento global comprometido con un sistema económico que beneficia al planeta y a todas las personas.

La certificación B es una herramienta de mejora continua, que nos permite aumentar nuestro impacto positivo de manera permanente.

Desde IT Patagonia nos consideramos un agente de transformación y consideramos que es momento de regenerar el sistema y ser parte de una nueva forma de hacer negocios.

Como Empresa B certificada y ante la crisis climática actual, estamos comprometidos con una agenda ambiental que establece metas de reducción de impactos para 2030 y 2040. 

Y, por eso, actuamos día a día enfocados en resolver los problemas de la crisis climática.

Nuestra política ambiental se expresa en la medición de huella de carbono, el consumo energético eficiente y la gestión integral de residuos. 

Desde el año 2021 medimos nuestra huella de carbono, para conocer qué impacto tienen nuestras actividades y encontrar maneras de compensarlo.

También, en la capacitación y sensibilización de grupos de interés, la estrategia de mitigación y la compensación del impacto ambiental. Además, elegimos proveedores que comparten nuestra misma visión.

Ser una empresa B significa cumplir con los más altos estándares de desempeño social y ambiental verificado, transparencia pública y responsabilidad legal, para equilibrar las ganancias y el propósito.

Te invitamos a conocer cómo lo hacemos.